jueves, 11 de septiembre de 2008

soledad


El vacío que llevo adentro, se ha materializado en una solitaria lágrima.
Es la soledad esa engañosa maestra, que se muestra de tantas formas.
Cuando fuí la desée tanto, que ahora que soy y la tengo, solo ella me ama.
Ahora que soy y me ama, deseo tanto no tenerla mas, pues es tener nada.
Maestrita, tristesita, gran imperfección del alma, se que no te irás.
Es en ti donde me encuentro, me veo, me hablo...donde defino mi ser.
Eres tú esa moneda, con mi rostro de un lado, y mi corazón detrás.
No hay mas que aceptarte, seguir tirandote al aire con tal de aprender.
Hasta hoy puedo decir, que tu inmensidad, es la de lo que te ha de llenar.
Que mi impaciencia por perderte, no es más que mi negación a cambiar.
Que tú eres en mí, y yo soy en ti. Haz de ser, oscuro fondo a contrastar.
Soledad, maestrita, no me dejes de enseñar.